jueves, 25 de junio de 2009

A veces III

La última gota de esta fuente
se niega a aparecer.

¿Dónde esconde su límite el hombre
cuando descubre el amor?

Taladro los ojos
y de vuelta la luz,
esa que a tu mirada es evidente.

Enamorado del hombre vas
derramado,
Tú sí
hasta la última sangre.

A veces escucho tu risa
en el baile del loco
el acorde del ciego
te encanta jugar a nivel con los niños.

Quisiera,
a veces
abrazarlos a todos
copiarte las ganas
y hacerme pan.

A veces detesto estas cuatro paredes
de mediocridad
de no darme pleno
y gratis
de no ser la fuente
que Tú sí conoces.

Otra vez no miro lo que Tú.

¡Que va!

Muchas veces.

Préstame tus ojos,
tus oidos y abrazos
ésta y otras veces más.

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