jueves, 27 de agosto de 2009

Mil historias

No hay manos entrelazadas hoy
sólo soledad
en este intento de ocasión letal
y todos desdibujan el andar que trajo aquí
mil vidas que yo intento retratar.

Me ves de nuevo desde tu cristal
inquietas mi verdad
en esta angustia de jamás acompañar
nostalgia de paisajes que de noche ya no están
mil destellos que anticipan la ciudad.

Aquél no alimentó su corazón
sólo era pan
y la cerveza para acompañar
prendido va del tiempo y no se si llegará
a puerto que aniquile su ansiedad.

Los niños hoy entraron a correr
no los pude mirar
erizan con sus voces toda piel
ser hijos de la calle los estigma sin querer
y no se merecían más que jugar.

El viento nos devolverá la paz
silencio alrededor
de pie que aquí me bajo yo
será hasta mañana que este encanto traiga, sí
mil historias a mi corazón.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Segundo asiento, tercer vagón

Cerrar las cortinas
parece la solución
ante esta afrenta
de sudor y sal.

La promesa
en la otra orilla
me atrae,
me saca de este trance
de cotidianidad.

Quizás allá me esperas

el mismo de ayer
o será que tu sombra
se hará muda
y sorda esta vez.

Pero ya es costumbre
este sueño
este balance
entre el error y el compañero
entre estación y andén.

Y estos murmullos
de uno
y de tantos
me distraen.

Me abandono
al compás de la estela
su gravedad
es superior a mis fuerzas
y sí.

Es él.

martes, 25 de agosto de 2009

Que avance

Irrumpes el sendero
y a tu paso
atraes los redondos brillos
de la multitud.

Es firme tu andar
y el ademán de tus manos
vaticina huracanes
o aleteo de gorrión.

¿Precede el asombro
al deseo?

Será que enmudece el segundo
por el fulgor del primero.

Y tras tuyo
flota la vida,
el tiempo.

¿Será que así
es la eternidad?

El constante eco
después que fluye la belleza.

Son dones
son promesas.

Pero nadie las nota
nadie las siembra
nadie las cosecha.

Sólo esperan
que avance el tren.

lunes, 24 de agosto de 2009

Negra noche

El balance perdido de tiempo atrás
pero hoy se estira
aprieta mis miembros
en esta hendidura
en este abismo de instante.

El silencio de lo antiguo
equipara las voces de mi inerte orgullo
de mi miope mal.

¿Qué ocurre que no avanzas
sobre el sendero de palma?

Se te olvida que a cuestas
llevas mi tesoro
y mi cansancio de siglos.

¡Que va!

No podrías dar paso
si te cargo mis dudas
y los surcos de mi rostro.

¡Calla!

Que distraes el canto
de mi pasado vital.

----- o -----

Ahora aprietas el paso
y rechinan tus dientes
¿o son mis huesos?

Hace tiempo
que me fundo en tus aventuras
en tu serpenteo.

Tu respiro ocasional
me recuerda que estoy vivo

no soy una sombra
no soy uno más

mis ojos me delatan.

jueves, 20 de agosto de 2009

Blanca estela

Busco en los objetos danzantes
la clave de tu despedida
cambiaste tu código
y no entraste más por la puerta,
menos en la ventana.

Quizás por el espejo
lanzaste tu mirada final
pero no te vi.

A lo lejos hay barcos
pero en ninguno zarpaste
sigues oculto en algún teatro de mudos
o descolgando cortinas
en un juego de póquer
entre carcajadas.

Eres cómplice de adolescentes
te metes en sus rimas
y gestos.

¡Y yo que no te veo!
¡y yo que no te encuentro!

Aún esta sombra
que anticipa mi reflejo
no te muestra
te le escapas.

Los destellos que adivino
entre los parques y la gente
no te atrapan
te perdiste.

Tampoco la pausa
o el nuevo inquilino
me traen tu sonrisa,
él no te tiene
de él huiste antes.

Y el carrusel de colores
apura la herida
y brotan de nuevo
estas olas de sal.

Estoy hueca
ya no soy joven.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Mirada de cristal

Apuntas al cielo
con tu mirada inconclusa
sueñas de ángeles
apuestas quimeras.

Diriges suspiro en libertad
y a rastras
difundes gemidos
respiras nostalgia.

No consigo posar ojo
en tu cuenca
te me antojas de sal
misterio de paz
y lluvia en tu pelo negro.

¿Dónde posas el cristal?
¿qué ves en el fondo?
¿cómo mides pretexto
y vacío en tu mano helada?

No,
no puedo mirarte sin ser llama
o juicio.

Quisiera arrancarme este globo
y ser en tu rostro
simple claro de luna.

Islas

Solos
y abordo del mismo tren
van los hombres
dispuestos a la lucha
por el espacio vital,
por el único asiento en la fila
o el que no tiene a nadie junto.

Islas,
islas somos.

Irremediablemente unidas por un mar
que nos parece ajeno
como el tiempo.

Pretendemos engañar al tiempo.

Con los planes
con la prisa.

Y es el tiempo quien nos une
nos lleva los dones de una isla a otra.

El rey de la polinización,
de la influencia.

Y si a veces intuimos una isla conocida
nos aprestamos al abrazo
a la conversa.

Somos solos.

Pero en el otro nos hacemos plenos.

Somos islas

que buscan incansables su archipiélago.