Lo que quieras que sea

Pretendo saber lo que te hace feliz
será la sorpresa
la palabra que emprende
el viaje a tu boca.

Será la inocencia
la súbita vela
que apaga tu sombra.

Será quien te quiera
con esa fortuna
que mece a la par tu sonrisa.

Será lo que sea.

Pretendo saber lo que te hace cantar
será la mirada
el deseo fugaz
de nuevas y porfiadas quimeras.

Será ese vacío
el roto huracán
que en tu pecho ha quedado prendido.

Será el cruel instante
que empeña en silencio
los gritos de la soltería.

Será lo que quieras.

Pretendo saber lo que te hace soñar
será la esperanza
ese impulso vital
que dirige tu mano al encuentro.

Será el firmamento
el plano paisaje
de agujeros que brillan despacio.

Será ese respiro
de la meta final
que te alcanza tu amor encendido.

Será
lo que quieras que sea.

Techo-e-luna

No hay prenda
que haga antídoto a este frío

Repaso la cuenca

nada ahí

No entiendo a los que se hacen problema
administrar la riqueza.

Y sus rostros son espadas
pero más hiere la ignominia

Aquel cajón dejó ya de gritar
no se si fue hace un mes

o dos

quizás cuando la radio también calló.

Repaso una vez más la cuenca

nada ahí

¡No me dirijan más miradas
por piedad!

¿No ven que sólo inflaman el dolor?

No hay prenda
que haga antídoto a este frío

La luna por el techo asoma ya.

Vengan mis chiquitos
no hay para cenar

Pero mi vocación dará el calor.

Bienvenida

Te he visto de nuevo bañada de luz

así te miro siempre

¿no ves que ante este amor
cualquier poema enmudece?
todo verso es balbuceo
intento sucio, profano.

Mi vida en ti es constante plenitud
descubrimiento eterno de matices
que de vuelta me deslumbran.

Un gesto basta
y te recuerdo al pie de la escalera.

Un gesto más
y es aquel beso el día de las promesas.

Te he visto una vez más vestida de luz

esperabas tras la puerta

¿te das cuenta que un simple abrazo
sintetiza todo?

Tejidas ya por siempre
mi alma, la tuya.

Entrar en ti
de pronto, es descubrirme dentro ya
y sin reconocer
en dónde es que empiezas tú
y dónde empiezo yo.

De vuelta te miro
y eres mi luz.

Abrázame
ya paré de balbucear.

Ciego

Aquél era el tiempo
del amor y tú
bajaste a la orilla
del mar y la paz
repuso tu silla
de infancia y ya ves
no supo avanzar.

Aquél era el tiempo
de confiar y tú
fumaste el deseo
de andar y contar
en otra escotilla
con tu timidez
te lanzaste a la mar.

Aquél era el tiempo
de esperanza y no
pudiste borrar
del interior la piel
con uñas y dientes
arrancaste amor
y fue niño esta vez.

Aquél era el tiempo
de crecer en pos
de un futuro abierto
con mostaza y miel
pero la serpiente
ya enroscada en ti
te impidió saber.

No entiendes de amor
no sabes confiar
no esperas en nada
no ganas batallas
crece sólo el dolor.

Aquél era el tiempo
de la fidelidad
en un breve instante
cambiaste la faz
convertido en ciervo
en un nudo y placer
otro niño brotó.

Aquél era el tiempo
de recuperar
el proyecto común
la cordura y la paz
pero no recuerdo
ni un átomo de intento
de pedir perdón.

Ya llegará el tiempo
del ni un paso más
sentado a la orilla
de tu soledad
y ni el mismo infierno
arrancará el dolor
para que puedas ver.

Día loco

Bajo el techo de nube
asoma el sol por la ventana
cual susurro
detrás del cristal de otros.
La melodía no es para ti

¿o sí?

Me apuro o me detengo
me doy o huyo
repaso o siento
pero presiento
que iré de bruces
a todas luces
es un error
horrorizada vuelvo al ascensor
un piso y ya
u otro escalón
de sí y de no
si no es por mí
¿será por ti?

¡ah!

No pesa el tiempo
si es con mano trenzada
despierta ya del sueño mujer

¿no ves que encallas?

Será que pienso
o sólo enmiendo
lo que un tesoro
no me dará.
Me voy deprisa
rescato risas
que ni en retazos
recogerán.

¡bah!

No sólo es nombre
es plataforma abierta
escaparate en fe
de los enamorados
Te calza justo

¿o no es así?

Puede ser tonta
mi cobardía
pero aún ardía
el beso fugaz.
Ese arrebato
tal vez alado
que en otra vida
ya entenderán.

Dolor anuncia
el punto exacto que busca tu andar
ya no te alejes
lanza un suspiro
que él vendrá detrás.

Ya está muy bien
me tomo el tren
dos tickets de ida
uno bajará
no por separarnos
sino por dejarnos
que el amor en uno
nos convierta y ya.

La barca

El alma a girones
la mentira muda

¿y tú?

¿No aprietas entre tus dientes la ignominia?

En corazón bastardo te mueves
como sangre espesa después del banquete de los locos
los sin sentido
aquellos del café cómplice
y conversación inútil.

Confundes amistad al primer trago
te embriagas de la misma mentira que destilas en tu barrica de destierro.

¿Será que vives?

o simplemente inflamas tu pecho de vez en vez
cuando recuerdas mover algo
cualquier miembro
excepto el guante.

Y el baúl que te espera y canta
te intuye cerca,
quizás de puntillas subirás a la barca
sin timón,
ni ancla.

Allá te esperan
los del "nunca" y del "siempre"
los cómplices del café,
los de conversación inútil.