jueves, 24 de junio de 2004

De sol a Sión

Si tú supieras
si conocieras
si tuvieras tan sólo la mitad
de esta decepción,
habrías muerto ya.

Será que en tu cárcel
nunca hace visita la verdad.
Será que en fantasías
ya no distingues tu mirar.

Envío mi plata
mi distinguido guante
y un corcel cargado
de amonestaciones.

No quiero verte
quizás desearte
sólo el deseo de una santa muerte
y un ataúd repleto de mentiras.

Pero encendida
la llama de la espera
aguarda tu bendita suerte
y tus despedidas.

Puede más
el dolor incierto
de una lucha vana
que tu despertar.

Sigue así
en la distancia
todo se mira mejor.

Tal vez la aurora
de algún roto amor
te devolverá la paz.

Soledad

Vuelve a mi la mirada azul

y la inesperada visita

de la sirena mayor,

rie a carcajadas.

Olas de desesperanza

mojan mi angustia

y comienza el ciclo

del agua-sangre

los latidos cada

instante más desalineados

no hay color,

ni vida,

ni encuentro.

Ni siquiera una mediana muerte

en el valle de mi silencio

necesito el descanso

mi piel no puede más.

Sed

    En el desierto de mis horas

    llegas tú.

    Quizás de aire

    pero de carne.

    Repaso tus lirios

    y tiemblas entre mi mano galopante.

    Duermes hoy

    y el ritmo de tu sangre

    entierra mis seres de hielo.

    Respiro tu espacio

    en el eco de recorrerte.

    Las sirenas guardan

    silencio hoy

    el desierto es aliento

    y vida
      y agua...
    miles de gotas de agua

    se acumulan en el ansia
      de ti,
    de beberte...
        de ser mar...
            en ti.

Restos

    Los restos de unidad
          me aniquilan.
    ¿Será que el conocer
          te pierde
            cada vez más?
    La libertad te queda grande

    mientras más completo eres

    ¿Para qué insistir que la

    felicidad es unitalla?

    Si se requiere ser cada vez menos
      para que la tristeza resbale.

    admiro cada vez más
          a los niños...
    me miro al espejo y odio

        mis profundas ojeras...
          de adulto.

    Los restos de unidad
          me aniquilan.

Solsticio

    ¿Hacia dónde dirigir mi vuelo?

    ¿Mi cielo?

    Rasgo mi carne

    y no encuentro unidad.

    Exprimo mi alma

    y sólo ramilletes de sueños,

    sin luz ni sombra,

    ni siquiera una pequeña

    gama de color.

    Y es que el amor

    necesita ojos...

    y hoy nadie me observa

    ¿Nadie?
        El amor sigue dando

          sombra y sonido.
    es mi cuerpo quien se resiste,

    no se desdobla.

    Y el llanto de los peces

    se parece a mis largas horas...

    de encierro.

    Jamás pensé que la soledad

    fuera incierta.

    Solo estoy,

    sin foco ni ballena,

    y grito a Dios
      suplicando infinitud.


miércoles, 23 de junio de 2004

El canto

    Mestiza moneda

    de mi soledad y mi muerte.

    Caes de la serpiente

    enroscada a mi olvido.
      Duele tu suerte,
    y deja a su paso

      el misterioso aroma
        de la alegría.

        acompasado vuelo

        de la nostalgia...

        estruendoso cielo

        de la esperanza.
    Escucho el mar
        palabra y voz
    cuestión de atar
        razón de amor.

Niña

    En el profundo instante

    de no ser luna

    te miro ahí:
      Extraña y difusa,

      quizás sin sueño...



      ni alborada,

      ni invierno.



      entre risas y quejas

      tu latido desespera,
        se detiene,

      no encuentra ritmo.



      ¿Será el delirio

          tu sueño?
      ¿La calma

          tu encierro?


    Juegas desnuda

    e ignoras

    que te estoy viendo.

martes, 22 de junio de 2004

Tu loca estación

    Sal de ahí memoria,

    torna azul la piel.

    en la constante ausencia de mi ayer,

    sufres,

    colgada otra vez del alfiler.



    Un solo hilo del volcán,

    poder prestado al camaleón

    las horas languidecen por ti,

    las sombras te dejan pasar.

    No se tu destino
              coral
    No se tu sonido
              calor
      sería novedoso colar

        el tren en tu loca estación.

Sueño

      sin razón

        en la garganta

          sorda de mi voz.

¿Quién en la otra orilla?

Se que el sol

enfría aún más

el suave aroma de tu ayer
           de tu miel.
Sabor de azar...
      olor de voz...
          temblor sin mar.

Impresiones de una soledad absurda 6

    Saliente medición

      de la morena daga

        de mi pensamiento.
    ¿Qué sucede hoy con la luna

        tan blanca
    que ilumina el sendero

          de mi angustioso río?
    Sólo tocar fondo

          tiene sentido
    en el raro mundo

        de mi escalera,

          de mi consuelo.


Impresiones de una soledad absurda 5

    Silencio...

        a penas puedo escucharme.
    Se pierde todo alarido

      en el ansia de no

          saberme.
      un recuerdo,

        un ancla,
    el terrible lastre de mis

          secretos.
    No hay olas en mi playa,

      ni entremeses en mis sueños.

          Me falta tiempo.


Impresiones de una soledad absurda 4

    A rastras me acerco

        a mí mismo,
      mis ojos se nublan

    sólo figuras sin razón.

      Cualquier calor se disipa,

        sólo la verdad aflora...

          no eres tú.
    La palabra miente

        todavía no puedo poseerte...

          estoy perdido.



Impresiones de una soledad absurda 3

    Lastimera nostalgia

          de no saber qué,
    ni siquiera la oscura manera

          de tener posibilidad,
        de hacer color.

    Tendrás pasado
          pero nunca presente,

    porque ya hace tres años
          que no eres.

            T.E.


Impresiones de una soledad absurda 2

    Todas mis lágrimas secas

    rasgan mi cuerpo vacío

        tu voz no suena,
    distantes las sirenas

          se burlan,
        te miro profundo

    tú también ríes con
          mi dolor

    y sigo buscando razón

        para el desordenado latir

          de mi corazón.

Impresiones de una soledad absurda 1

    Perdido una vez más

    entre el error y mis ojos

    entre el vacío y el suelo.

    Sentir hasta el cuello

        la lluvia

    y el frío es insoportable.

    seco estoy,

      pues ni la tormenta

    trae a mi la poesía,

    falta la magia,

    falto yo.

Preludio

    ¿De cuál asirme

      si todas las palabras


          vuelan?

    Es como hacer nudos

        en el aire

    cavar y cavar


    y es el mismo agujero

          negro

    el que me atrae

        y me consume

    caigo

        y nuevamente

    no tengo nada

        de que detenerme.

Te doy la bienvenida

"El poeta no es un amante fracasado, es alguien que ve el mundo distinto."

San Garrafa