- ¿Hacia dónde dirigir mi vuelo?
¿Mi cielo?
Rasgo mi carne
y no encuentro unidad.
Exprimo mi alma
y sólo ramilletes de sueños,
sin luz ni sombra,
ni siquiera una pequeña
gama de color.
Y es que el amor
necesita ojos...
y hoy nadie me observa
¿Nadie?
- El amor sigue dando
- sombra y sonido.
no se desdobla.
Y el llanto de los peces
se parece a mis largas horas...
de encierro.
Jamás pensé que la soledad
fuera incierta.
Solo estoy,
sin foco ni ballena,
y grito a Dios
- suplicando infinitud.
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