jueves, 24 de junio de 2004

Solsticio

    ¿Hacia dónde dirigir mi vuelo?

    ¿Mi cielo?

    Rasgo mi carne

    y no encuentro unidad.

    Exprimo mi alma

    y sólo ramilletes de sueños,

    sin luz ni sombra,

    ni siquiera una pequeña

    gama de color.

    Y es que el amor

    necesita ojos...

    y hoy nadie me observa

    ¿Nadie?
        El amor sigue dando

          sombra y sonido.
    es mi cuerpo quien se resiste,

    no se desdobla.

    Y el llanto de los peces

    se parece a mis largas horas...

    de encierro.

    Jamás pensé que la soledad

    fuera incierta.

    Solo estoy,

    sin foco ni ballena,

    y grito a Dios
      suplicando infinitud.


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