jueves, 20 de agosto de 2009

Blanca estela

Busco en los objetos danzantes
la clave de tu despedida
cambiaste tu código
y no entraste más por la puerta,
menos en la ventana.

Quizás por el espejo
lanzaste tu mirada final
pero no te vi.

A lo lejos hay barcos
pero en ninguno zarpaste
sigues oculto en algún teatro de mudos
o descolgando cortinas
en un juego de póquer
entre carcajadas.

Eres cómplice de adolescentes
te metes en sus rimas
y gestos.

¡Y yo que no te veo!
¡y yo que no te encuentro!

Aún esta sombra
que anticipa mi reflejo
no te muestra
te le escapas.

Los destellos que adivino
entre los parques y la gente
no te atrapan
te perdiste.

Tampoco la pausa
o el nuevo inquilino
me traen tu sonrisa,
él no te tiene
de él huiste antes.

Y el carrusel de colores
apura la herida
y brotan de nuevo
estas olas de sal.

Estoy hueca
ya no soy joven.

4 comentarios:

  1. Damn, friend... Hay pedazos que escribes que no puedo entender con la cabeza pero que me dan un escalofrío.

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  2. Escalofrío? mhm
    no es más que otro retrato de alguien en el tren... imaginarme lo que ve (o no ve) cuando mira por la ventana. En este caso, una mujer mayor.

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