Solos
y abordo del mismo tren
van los hombres
dispuestos a la lucha
por el espacio vital,
por el único asiento en la fila
o el que no tiene a nadie junto.
Islas,
islas somos.
Irremediablemente unidas por un mar
que nos parece ajeno
como el tiempo.
Pretendemos engañar al tiempo.
Con los planes
con la prisa.
Y es el tiempo quien nos une
nos lleva los dones de una isla a otra.
El rey de la polinización,
de la influencia.
Y si a veces intuimos una isla conocida
nos aprestamos al abrazo
a la conversa.
Somos solos.
Pero en el otro nos hacemos plenos.
Somos islas
que buscan incansables su archipiélago.
miércoles, 19 de agosto de 2009
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