martes, 25 de agosto de 2009

Que avance

Irrumpes el sendero
y a tu paso
atraes los redondos brillos
de la multitud.

Es firme tu andar
y el ademán de tus manos
vaticina huracanes
o aleteo de gorrión.

¿Precede el asombro
al deseo?

Será que enmudece el segundo
por el fulgor del primero.

Y tras tuyo
flota la vida,
el tiempo.

¿Será que así
es la eternidad?

El constante eco
después que fluye la belleza.

Son dones
son promesas.

Pero nadie las nota
nadie las siembra
nadie las cosecha.

Sólo esperan
que avance el tren.

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