Aceleré el paso
y los miré súbito
como el arco de colores
en lluvia y sol
En su halo
se detuvo el tiempo
corrijo,
fue el ser
Como atestiguar
el preciso momento
del estruendo original
el que generó el amor
Y no eran más que dos corazones entrelazados
en medio de la calle
ajenos al frío
al miedo, al tránsito
Entrelazados al gesto más simple
de ser uno
pero
en dos.
Y el radio de influencia
se extendió por la ciudad entera
desaparecen los límites
cuando irrumpe el amor.
¡Lástima!
Los papeles del diario
no dedicarán titular
a este milagro común.
martes, 8 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario