viernes, 4 de septiembre de 2009

Ave Fénix

Pienso en las historias
trenzadas a tu faz
y estremezco la risa
me toma por sorpresa
este paso fugaz
la aventura del error.

¡Que de secretos
en cada onda
en cada luz!
y en una mirada ocultas
de nuevo el misterio
que asomó en aquel gesto
en la orilla lejana
de la posibilidad.

No es oro
es fuego
lo que llevas a cuestas
de el se desprende tu rostro
como del mármol la belleza
la obra culmen
del escultor de este espacio.

Novelista de siglos
que me dispuso
ocupar tu asiento
respirar los restos
del incendio de tus malabares
de tus sonrisas
convertirme en cómplice
y tejer las cenizas
de tu despedida.

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